ANTES:
Lo que acabó siendo el martillófono (link a la página), tenia que haber sido de otra forma… fue en cierta manera un fracaso para la idea inicial: una nueva disposición de notas que lleve a melodias no convencionales.
Las notas de un metalófono ordenadas según ciertos intervalos
Al tocar instrumentos sin saber, de forma intuitiva, o juguetes musicales, copas con agua afinadas… pasa que el diseño de los instrumentos condiciona su música. (También por el sonido, que nos invita a hacer notas largas/cortas, o nos sugiere ritmos marcados/tranquilos o arreglos, conjuntos con otros instrumentos que por timbre queden bien. Pero de momento me quiero centrar en la disposición de notas-teclas, los controles).
La solución técnica fue variando y me ayudó Josetxu, electricista del taller del campus de Leioa, desde aquí muchas gracias! En esta fase hice una presentación en la asignatura de los cursos de doctorado impartida por Juan Crego, puesto que el proyecto se originó como trabajo de clase.
Las diapositivas estan en: www.unairequejo.com/presentacion.pdf (copiar y pegar que me falla cuando intento hacer el link)
Por problemas técnicos se optó por el lego, y con mecánica del sistema technic no fui capaz de poner las teclas donde hubiese querido. El resultado más acabado fue el experimento de la foto de arriba. He subido un ejemplo de audio y seguramente publicaré un album en el netlabel larraskito.
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LUEGO:
He hecho más disposiciones de notas con formas geometricas: triangular para arpegios disminuidos, cuadrada para segundas aumentadas, pentagonal para pentatonicas,hexagonal para segundas mayores…
Bocetos para la interface, los modulos se repetirían hacia los lados.
He leido «Obra abierta», Umberto Eco (1962) y lo explica muy bien en el capítulo Discurso poético e información, al hablar de composiciones seriales en las que el músico escoge una constelación de sonidos. Más o menos lo resumo:
Primeramente menciona 3 sistemas, el tonal con sus reglas (armónicas, tensión que acaba en tónica…) que admiten muchas posibilidades, el atonal/dodecafónico (otro sistema de probabilidades aunque hasta el infinito) y la composición serial, donde el músico escoje unas notas que se pueden relacionar de muchos modos.
Así se rompe con el orden trivial de la probabilidad tonal poniendo algo de desorden, aun siendo muy elevado respecto al orden de partida, introduce nuevos módulos de organización que al oponerse a los viejos provocan una amplia disponibilidad de mensajes-> gran información -> nuevos tipos de discurso -> nuevos significados
Los resultados pueden ser estéticos o no. Muchas constelaciones pueden chirriar.
Un balance que oscila entre el sistema de probabilidades ya institucionalizado culturalmente (tonal) y el puro desorden. A un lado significado > información. Al otro información > significado. Implica el sacrificio de uno de los extremos si se insiste en obtener demasiado del otro. Se busca la poética de la apertura al introducir el desorden, pero sin renunciar a la transmisión de un mensaje organizado.
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Y AHORA QUÉ?
El objetivo es hacer un instrumento musical, hasta que no se construya no se va a saber como es, ni las músicas que saldrán al tocarlo, así que manos a la obra!
En la charla de Karkowski, citando a un profesor suyo, negó la improvisación pura y se refirió a estos procesos como composición en tiempo real. El instrumento que nos ocupa sería apropiado para «componer en tiempo real» tanto en directo como en un estudio, por lo tanto es muy importante que sea intuitivo, que sea natural de alguna forma. Introducir una lógica, un orden, para que las melodías tengan cierta coherencia gracias a las matemáticas.
Al ser un instrumento, el desorden lo introduciría en cada caso el interprete/compositor y el azar.
No se trata de limitarse en las notas (en el ejemplo del metalófono están los 12 semitonos) pero si proponer dibujos que ayuden a trazar lineas y motivos. Además si al final se resuelve con software estaría bien que se pudiese cambiar el dibujo (triangulo, cuadrado, pentágono…) según se toca.
Las octavas fueron un pequeño problema en el experimento del metalófono. Habia saltos grandes, inesperados a veces. Si se usa la informática se pueden repetir notas o que el software busque según cierto algoritmo la más próxima, aunque esto puede que corte el sentido intuitivo.
Otra posibilidad es mediante el sonido, buscar un sonido electrónico que tenga determinados armónicos (como se pueden variar en el organo Hammond) y utilizar alguna de las paradojas e ilusiones que ha estudiado Diana Deutsch. Aunque entramos en el campo de la psicología de la percepción y los resultados puede que no sean los mismos para toda la gente. Y además esto también limitaría la relación de otros intervalos pudiendo llegar a hacer bastante ambiguas las melodias.
Quizá la solución sería que el algoritmo de software modificara, no la octava, sino los armónicos del sonido de cada nota segun el contexto de las melodías.
(…)
S.O.S. ruegos, preguntas y colaboraciones:
unai@unairequejo.com
Muchas gracias!!